A la fecha son 15 las Iniciativas Populares de Norma que han cumplido los requisitos para ser discutidas, y una de ellas es la inclusión de los animales en la Constitución.
La propuesta #NOSONMUEBLES – Incorporación de los animales en la Constitución es de la Fundación Vegetarianos Hoy.
Esta iniciativa cuenta con 16.509 patrocinios, cumpliendo con el mínimo de 15 mil apoyos de más de cuatro regiones del país.
El contexto de la propuesta
En primer lugar, explican en la propuesta que el problema a solucionar es «la protección y bienestar de los Animales No Humanos (ANH)».
De hecho, ejemplifican que en un informe de la Fundación Vegetarianos Hoy junto a IPSOS: «Estudio de opinión pública 2021: Trato a los Animales en Chile«.
Respecto si el gobierno y la clase política deben intervenir con el fin de prohibir prácticas crueles y generar normas sobre altos estándares de bienestar animal, el 82% estaba de acuerdo.
Complementando que «los ANH tienen el estatuto legal de “cosas” en nuestro ordenamiento jurídico lo que no permite la apropiada protección de sus intereses y necesidades, y su reconocimiento como seres sintientes o individuos dotados de sensibilidad».
La situación normativa de los animales
Conversamos con Cristian Apiolaza, director Legal de la Fundación Vegetarianos hoy, quien nos recalcó que en el Código Civil:
«Aparece que los animales son considerados bienes muebles, es decir, son igual a una silla , pero la única diferencia es que los animales se mueven por si mismos, esa es la diferencia que hace la ley».
Revisamos el texto, y efectivamente en el Artículo.567, se señala que:
«Muebles son las que pueden transportarse de un lugar a otro, sea moviéndose ellas a sí mismas, como los animales (que por eso se llaman semovientes), sea que sólo se muevan por una fuerza externa, como las cosas inanimadas».
Apiolaza, hace énfasis en que esta denominación es muy antigua y hay evidencia de que «los animales son capaces de sentir dolor, placer, y un montón de otras emociones, son seres inteligentes, son seres consientes».
Sobre el asunto normativo, explica que «a pesar de que existe la Ley General de Protección Animal, la Ley de Tenencia Responsable de Animales, el Código Civil establece que los animales son cosas y, por otra parte, la actual Constitución (…) tampoco incorpora a los animales».
Recalcando que «hay muy pocas normas que de forma específica tratan el tema animal, una muy general, y las otras solo se dedican a temas de mascotas. Entonces pensamos que estableciendo un principio en la Constitución que reconozca a los animales como seres sintientes, después va a ser más fácil modificar el Código Civil, es decir, sacar esa clasificación de que los animales son cosas».
Argumentos de la iniciativa
Esos comentarios se encuentra en la iniciativa donde se destaca que «existe suficiente información científica para establecer con claridad que, al menos la gran mayoría de los ANH con los cuales nos interrelacionamos a diario, son seres conscientes y seres sintientes».
Argumentando que en la Declaración de Cambridge (2012), estableció que “las evidencias científicas indican que los animales tienen los sustratos necesarios para la conciencia junto con la capacidad de exhibir comportamientos con intenciones”.
Agregando también que seres sintientes, se puede entender con el concepto de sintiencia, según la definición del filósofo Oscar Horta (2018), como “la capacidad de experimentar cosas, o sea, de poder vivenciar lo que nos pasa”.
Ejemplos internacionales
Otro punto a tener en consideración, es la situación internacional sobre el tema, el director Legal nos comenta que «hay varios países, por ejemplo en la Comunidad Europea que han incorporado a los animales dentro de sus propias constituciones».
Si bien aclara que no con la misma formulación de que los animales son seres sintientes, ejemplifica: «En Suecia, se habla de la dignidad animal, Alemania establece la protección de los animales como un interés constitucional, ahora acá en Latinoamérica tenemos ejemplos de Argentina en la Ciudad de Buenos Aires, Brasil».
Destaca de todas formas el caso de Ciudad de México, que en año 2018 establece dentro de su Constitución que «los animales son seres sintientes», agregando que «no es una idea loca de un grupo de personas, sino que es algo que ya hace harto tiempo se está trabajando a nivel internacional».
Revisamos el texto constitucional, el cual tiene un apartado sobre «Protección Animal», y precisa:
«Esta Constitución reconoce a los animales como seres sintientes y, por lo tanto, deben recibir trato digno. En la Ciudad de México toda persona tiene un deber ético y obligación jurídica de respetar la vida y la integridad de los animales; éstos, por su naturaleza son sujetos de consideración moral. Su tutela es de responsabilidad común».
¿Qué contempla la propuesta?
La Fundación Vegetarianos Hoy, destaca que el articulado cuenta con cinco pilares o elementos fundamentales:
«Deber del estado, inclusión de todos los animales, consideración de conceptos de especie y territorio para la creación de políticas públicas, y reconocimiento de los animales no humanos como seres conscientes y seres sintientes».
En la propuesta de articulado de la norma, se detalla:
“El Estado garantizará la protección y mayor respeto de todos los animales de acuerdo a su especie y en su calidad de individuos dotados de sensibilidad. La ley establecerá las normas de protección y resguardo de los animales.
Existirá un organismo autónomo con patrimonio propio de carácter técnico, que fomentará el resguardo, protección y promoción del bienestar de todos los animales. Una ley determinará la composición, organización, funciones y atribuciones de dicho organismo.»
Agregando que la expresión «individuos dotados de sensibilidad» también puede ser reemplazado por la expresión «seres sintientes».
¿Qué sigue?
Si bien la propuesta para contemplar a los animales en la Constitución, logró obtener las 15 mil firmas, ese es el primer paso.
Próximamente, debe ser discutida en la Comisión de Medio Ambiente de la Convención Constitucional, y de ser aprobada pasaría al tratarse en el Pleno.
Tras aquello, si es aprobada por el Pleno de la Convención, quedaría dentro del texto constitucional que será votado en el plebiscito de salida.
«Quedan varios pasos, quedan dos votaciones grandes en el sentido de que tenemos que lograr que se aprueben, y una vez que este en la redacción final de la Constitución, obviamente nosotros tenemos que trabajar para que se apruebe la nueva Constitución», concluye Apiolaza.
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